El convento de San Francisco de esta ciudad es excelente en fábrica y grandeza. La iglesia es grande y capaz, muy bien adornada de capillas, altares y ornamentos en que se celebra el culto divino con gran ostentación, y ejemplo, de devoción a todo el pueblo; tiene muy buenos claustros y dormitorios; muchos religiosos muy observantes de su regla, y entre ellos muchos muy doctos