La Orden de las Capuchinas, con sede en Madrid, pidió a Su Majestad en 1720 que autorizase su establecimiento en Antigua. Hasta 1725 no fueron otorgados los correspondientes permisos, un año antes de la llegada de las monjas.
La Orden de las Capuchinas, con sede en Madrid, pidió a Su Majestad en 1720 que autorizase su establecimiento en Antigua. Hasta 1725 no fueron otorgados los correspondientes permisos, un año antes de la llegada de las monjas.