El Palacio de los Capitanes Generales (Palacio de los Capitanes Generales) solía ser el hogar del virrey español y el poder de toda la región centroamericana durante más de 200 años. Albergaba de todo, desde la corte hasta la oficina de correos, la tesorería, la oficina real e incluso los establos de caballos. Hoy, el edificio, que se construyó por primera vez a finales del siglo XVI, alberga muchas oficinas gubernamentales, incluida la oficina de turismo y el departamento de policía. Hace un par de años, se sometió a reparaciones y restauraciones a gran escala. La fachada exterior no es la original, se añadió a finales del siglo XVIII.