El convento de San Francisco de esta ciudad es excelente en fábrica y grandeza. La iglesia es grande y capaz, muy bien adornada de capillas, altares y ornamentos en que se celebra el culto divino con gran ostentación. A estos detalles de interés arquitectónico cabe sumar un asunto piadoso, y es que en la capilla de la Orden Tercera se ubicaron los restos del beato Pedro de San José de Betancur hasta 1991. A partir de esta fecha, los feligreses pueden hallarlos en la capilla del Hermano Pedro, situada en el crucero del templo.