Comenzó con una benefactora con los medios económicos precisos, doña María Ventura de Arrivillaga y Coronado, decidió patrocinar este proyecto de las monjas clarisas. Se abrio al culto la iglesia de Santa Clara en 1715.
Comenzó con una benefactora con los medios económicos precisos, doña María Ventura de Arrivillaga y Coronado, decidió patrocinar este proyecto de las monjas clarisas. Se abrio al culto la iglesia de Santa Clara en 1715.