Los orígenes del Convento de la Recolección se remontan al año 1685, cuando dos frailes de la orden de los recolectos llegaron a Guatemala y solicitaron una licencia para fundar un convento. Fue negada en ese momento, sin embargo, luego de ver su admirable labor social y labor la licencia les fue otorgada. La construcción del Convento y de la Iglesia de la Recolección inició en el año 1701 y llevó 16 años en finalizarse. Poco tiempo tenía de haberse inaugurado cuando un terremoto dañó gran parte del complejo, se realizaron reconstrucciones y restauraciones pero nuevamente, en el año 1773 los Terremotos de Santa Marta dejaron en ruinas la construcción. Del templo se derrumbaron la pared de respaldo, la mayor parte del presbiterio y del crucero, mientras que los arcos y la parte alta de los claustros quedaron inservibles, sin embargo de ello se puede concluir que la construcción transmitía elegancia y magnitud.