Ruinas de un extenso complejo religioso de principios del siglo XVIII, con una iglesia que conserva su fachada ornamentada. El convento fue habilitado desde el 14 de enero de 1700 fecha de su fundación oficial. Según la descripción de diversos cronistas, el convento tenía un techado de teja el cual se desplomó luego del terremoto de 1717. Los daños fueron tan graves que las religiosas tuvieron que abandonar el complejo mientras se realizaban las reparaciones. El arquitecto mayor Diego de Porres.