el 14 de enero de 1700, pronto fueron objeto de una ampliación, gracias en buena medida a la suma donada por el obispo fray Juan Bautista Álvarez de Toledo. Con los pesos que entregó tan ilustre donante, pudo abrirse al culto la iglesia de Santa Clara, concluida en 1715. Tampoco faltan reveses a este proyecto, empezando por el terremoto que en 1717 desarticuló la estructura del templo. Lástima que todos esos adornos, al igual que la estructura del edificio, sufrieran en tal grado los temblores de 1773.